sábado, 20 de agosto de 2011

De regreso

Según yo fueron varios meses que no nos veíamos en mi casa a solas, pero la semana pasada se presentó la oportunidad, cuando supe que tendría la casa sola para nosotros me puse nervioso, teníamos semanas sin tener relaciones y ese día por fin ibamos a lograr lo que tanto nos enloquece.

Fui por ti a tu facultad, nuestra platica era sencilla y ninguno de los dos tocaba el tema, pero ya sabíamos lo que nos esperaba tras cerrar la puerta de mi casa cuando llegaramos; me pareció eterno el camino, mis ansias por tocarte me enloquecían, quería ver tu cuerpo, quitarte el bra de a poco y bajar tus calzones rápido, me urgía besar tu vientre, acariciar tus muslos y llenarme del aroma de tu sexo.

Por fin llegamos a mi casa, nos apresuramos a mi cuarto y te comencé a besar, lento, sin prisas, teníamos la casa para nosotros por un par de horas, tenía rato sin disfrutar tan a detalle tu piel y esta sería mi ocasión de gozar tu cuerpo, nos besamos los labios primero delicadamente pero la situación se puso furiosa, tu lengua y el sabor de tu saliva me dijeron lo que querías, te empecé a desnudar pero nunca dejé de acariciar tus tetas y esque lo he de confesar, tus pezones son un imán para mis dedos, para mis ojos y para mi lengua, asi que me dediqué a ellos mientras te quitabas el bra, de un golpe bajé tus pantalones y tu ropa interior, dejando tus piernas hacia arriba dejando a mis ojos abusar de tu entrepierna y disfrutar tus labios vaginales y los pocos vellitos que tenías por haberte rasurado tu sexo días antes, después de bajar tus piernas te seguí besando, aún vestido.

Locamente devoré tus muslos, tu vientre, y seguí hacia arriba comiendote las tetas y provocandote en el cuello, tu respiración se hacía rápida y con mi mano comprobé lo mojada que estabas y todo lo que me iba a comer esa tarde. Con mi lengua te volví a recorrir otra vez desde tu boca hasta tu vagina, jugando con mi lengua entre tus labios, viendo como te retorcías de placer, pellizcando tus pezones y mordiendo tu labio inferior mientras con mi boca te hacía disfrutar como loca hasta que de tu boca salieron un par de gemiditos ricos que me avisaron que mi deleite había sido un éxito en tu cuerpo, me desnudé rápido y sin avisar metí mi verga ya durísima en tu boca, apenas asimilabas el orgasmo que acababas de tener y ya tenías mi miembro entrando y saliendo, cuando reaccionaste lo saqué de ahi porque ya no aguantaba más, tu saliva caliente y la suavidad de tus labios me estaban haciendo llegar.

Te saqué mi verga de la boca, me puse debajo de ti y te indiqué que me montaras, quería venirme adentro de ti y mientras lo hacía quería ver tus tetas moviéndose como me gusta, poderte besar y poder apretar tu culo mientras te penetraba salvajemente. Después de un par de minutos de disfrutar tu interior y tus caras de placer no lo soporté más y estallé dentro de ti mientras todavía te seguías moviendo al ritmo de mis espasmos.