sábado, 26 de noviembre de 2011

En cada semáforo

Y definitivamente me encantó besarla a ella después de haberte dejado a ti, en cada semáforo de la ciudad, rumbo a su casa...

martes, 25 de octubre de 2011

Ella

Ya lo habíamos platicado hacía tiempo, buscabamos entre mis amigas a una que pudiese seguir nuestro juego, calentarse con nuestras platicas, y seguir siendo amigas sin complicaciones... ocupabamos confianza.

Tú ya me la habías mencionado, y yo te respondí que lo veía difícil, que no creía que se prestase , que incluso podría ofenderse, y así quedó, no insististe y lo olvide.

Pero este viernes todo cambio, el ambiente acalorado de los tragos, y estar conversando los tres solos, propició temas insólitos, temas íntimos, temas calientes... No puedo negar que entre las platicas, yo reviví tu propuesta y pensé: ¿Porque no?

Ya era más de la media noche, y nos fuimos los tres, sin sentir el frio, muy seguramente por el calor abrumador que los temas sexuales nos había regalado.

Siempre me ha parecido sumamente guapa, y sé que a tí también sino nunca la hubieras sugerido.

Entre platicas tu le proponías situaciones, ella sonreía y yo sin articular palabra...

Imaginaba como sería si tu fantasía se volvía realidad, con ella, con mi amiga de practicamente toda la vida, con ella; que era igual o más intensa que nosotros, la dejamos en su casa; y solo se bajo del coche, los dos nos dedicamos una sonrisa, sabíamos lo que pensabamos; ella, tenía que ser nuestra.

Ahora solo falta saber, si ella esta de acuerdo!

sábado, 20 de agosto de 2011

De regreso

Según yo fueron varios meses que no nos veíamos en mi casa a solas, pero la semana pasada se presentó la oportunidad, cuando supe que tendría la casa sola para nosotros me puse nervioso, teníamos semanas sin tener relaciones y ese día por fin ibamos a lograr lo que tanto nos enloquece.

Fui por ti a tu facultad, nuestra platica era sencilla y ninguno de los dos tocaba el tema, pero ya sabíamos lo que nos esperaba tras cerrar la puerta de mi casa cuando llegaramos; me pareció eterno el camino, mis ansias por tocarte me enloquecían, quería ver tu cuerpo, quitarte el bra de a poco y bajar tus calzones rápido, me urgía besar tu vientre, acariciar tus muslos y llenarme del aroma de tu sexo.

Por fin llegamos a mi casa, nos apresuramos a mi cuarto y te comencé a besar, lento, sin prisas, teníamos la casa para nosotros por un par de horas, tenía rato sin disfrutar tan a detalle tu piel y esta sería mi ocasión de gozar tu cuerpo, nos besamos los labios primero delicadamente pero la situación se puso furiosa, tu lengua y el sabor de tu saliva me dijeron lo que querías, te empecé a desnudar pero nunca dejé de acariciar tus tetas y esque lo he de confesar, tus pezones son un imán para mis dedos, para mis ojos y para mi lengua, asi que me dediqué a ellos mientras te quitabas el bra, de un golpe bajé tus pantalones y tu ropa interior, dejando tus piernas hacia arriba dejando a mis ojos abusar de tu entrepierna y disfrutar tus labios vaginales y los pocos vellitos que tenías por haberte rasurado tu sexo días antes, después de bajar tus piernas te seguí besando, aún vestido.

Locamente devoré tus muslos, tu vientre, y seguí hacia arriba comiendote las tetas y provocandote en el cuello, tu respiración se hacía rápida y con mi mano comprobé lo mojada que estabas y todo lo que me iba a comer esa tarde. Con mi lengua te volví a recorrir otra vez desde tu boca hasta tu vagina, jugando con mi lengua entre tus labios, viendo como te retorcías de placer, pellizcando tus pezones y mordiendo tu labio inferior mientras con mi boca te hacía disfrutar como loca hasta que de tu boca salieron un par de gemiditos ricos que me avisaron que mi deleite había sido un éxito en tu cuerpo, me desnudé rápido y sin avisar metí mi verga ya durísima en tu boca, apenas asimilabas el orgasmo que acababas de tener y ya tenías mi miembro entrando y saliendo, cuando reaccionaste lo saqué de ahi porque ya no aguantaba más, tu saliva caliente y la suavidad de tus labios me estaban haciendo llegar.

Te saqué mi verga de la boca, me puse debajo de ti y te indiqué que me montaras, quería venirme adentro de ti y mientras lo hacía quería ver tus tetas moviéndose como me gusta, poderte besar y poder apretar tu culo mientras te penetraba salvajemente. Después de un par de minutos de disfrutar tu interior y tus caras de placer no lo soporté más y estallé dentro de ti mientras todavía te seguías moviendo al ritmo de mis espasmos.

martes, 10 de mayo de 2011

Amigas

Era un día de esos tantos que solía visitarme por la tarde, estábamos sentadas en la sala modular, hablando de todo y de nada, las personas en la casa seguían cada cual en sus cosas, a ratos y siempre percatándonos de no ser observadas, nos besábamos, unos cuantos besos dulces, unos cuantos más apasionados.

El sitio era un poco oscuro, y la poca luz facilitaba a nuestras manos su búsqueda insaciable de placer. Siempre se caracterizó por ser mas temerosa que yo, y con miedo aplacaba mis ganas diciéndome que era peligroso que podían vernos.

En cierto momento a mi poco me importaba sentirme vigilada, es más, el hecho me excitaba sobre manera, y sin avisos desabroche su pantalón, y comencé a acariciar su sexo, no se quien de las dos estaba más sorprendida, si ella de sentirse totalmente descubierta, o yo de percatarme que aun con sus remilgos, estaba empapada.

Comencé a acariciar sus labios húmedos, rozando apenas su entrada, cosa que evidentemente la estaba volviendo loca, porque soltó un gemido que de no ser por mis rápidos reflejos que lo apagaron con un beso, seguro todos hubieran oído.

Entonces le susurré mi plan, quería tocarla mucho, quería que ella me tocará más, le dije que bajáramos al cuarto que antes fuera escenario de momentos muy calientes, nos acompañaba una grabadora, queríamos escuchar música, claro pero también queríamos ahogar los ruidos que podrían surgir en ese encuentro que estaba por suceder.

Llegamos a la habitación y nos recostamos en una colchoneta, pusimos la música, y nos encerramos, éramos solo amigas, ¿quien podía sospechar lo que ocurriría dentro?

Apenas un segundo a solas y la comencé a besar con la urgencia, y la despoje poco a poco de toda su ropa, entonces situé mi boca en sus tetas, esas que tanto conseguían excitarme, de un tamaño respetable, con un pezón deliciosamente contrastante con el color del resto de su piel, comencé a llenar de besos sus pechos, y a morder de repente sus oscuros pezones, no se quien se estaba poniendo más caliente si yo que la acariciaba, o ella que recibía las caricias que le daba.

Entonces sin avisos, metí dos de mis dedos en su vagina, para entonces escurriendo de placer, y no se en realidad si la música logro opacar el grito que salió de su boca, seguí un rato más degustando sus pezones y dedeandola, hasta que la fiera despertó, y quiso jugar a dar placer también.

Siempre ha sido más fuerte que yo, prácticamente me aventó y me dejo fuera de combate, me dedico una mirada por demás delatadora, estaba dispuesta a hacerme gozar como nunca.

En lo que me parecieron milésimas de segundo, ella ya estaba situada arriba de mí, mi pantalón estaba ya a la altura de las rodillas y sus dedos hurgaban mis entrañas, me tocaba como solo ella sabia mientras me besaba el cuello y me ponía cada instante más cachonda.

No se si estaba tan fuera de mi como para diferenciar, pero sentía que el ritmo de sus dedos lo marcaba la música, y cabe mencionar que esta iba muy rápida.

Sentía mis mejillas calientes, y por dentro un fuego que me quemaba, me estaba haciendo gozar de verdad, y ella se notaba que no la estaba pasando nada mal, porque entre beso y beso gemía exquisitamente.

Así con ella locamente poseída por la lujuria y yo disfrutando de sus caricias, justo a un paso del orgasmo, tocaron la puerta…