domingo, 20 de septiembre de 2009

A petición tuya

Me quité la ropa como usualmente lo hago, sin prisa ni reparos en el cuerpo que tanto te gusta tocar. Abrí el agua caliente y deje crear un poco un efecto sauna en la regadera; y sin más que tu petición en mente, me metí a bañar.

El principio fué muy usual, aunque recordaba nuestra conversación de en la tarde, que llegó a un cuento con dos fantasías en una, y asi, pensando en ámbas fantasias fué que mi miembro empezó a crecer acompañado de esa lluvia de agua caliente que tanto facilitó el trabajo, añádele que al cerrar mis ojos tu cuerpo desnudo aparece automáticamente y un recorrido imaginario empezando en tus rodillas y hasta tus hombros, haciendo énfasis entre tus muslos y en tus grandes pechos me empezaron a volver loco.

Mi ducha siguió con mi pene firmemente erecto, aun sin tocarme. Entre cerrar los ojos y recordar había logrado crecer y ponerse durísimo como a ti te gusta en tu boca o en tus delicadas manos.

Terminé las lavores de limpieza, cerré las llaves del agua y me dediqué a pensarte. Te imaginé en la cama, con ese camisón blanco transparente pegado a tu cuerpo, pensé en tus pezones erectos resaltando sobre la tela, en que debajo de esa prenda no había nada más que tu hermosa desnudez, que me esperabas haciéndote la dormida en la cama, mi mano derecha agito fuertemente mi verga pensando en tu cuerpo.

Y fué asi como me vine, desnudo, aun mojado por el baño, presa de todas tus provocaciones durante la tarde y pensando en tu delicioso cuerpo

1 comentario:

  1. y esa petición mía, me acaba de mojar otra vez la entrepierna, todo tan real como si el agua que cayó en tu cuerpo fueran mis besos, y tu mano no fuera otra que mi mano, me encató imaginarte mojado, recién salido de la ducha, desnudo, pensando en mí... Tocandote!

    esta noche seguro te sueño, no me preguntes que, porque seguro es algo muy indecoroso.

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